La válvula reguladora de presión NeoFlow, desarrollada en colaboración con OFUI, permite a las compañías de agua implementar con facilidad tecnología de gestión de la presión y beneficiarse de una red de agua actualizada, una solución para evitar las pérdidas de agua. Esta válvula pesa nueve veces menos y puede reducir el tiempo de instalación hasta en un 40 % en comparación con las de metal. La tecnología de flujo axial aumenta la precisión de funcionamiento de NeoFlow.
La VRP NeoFlow, con su tecnología de gestión de la presión, va dirigida a las redes de suministro de agua presentes y futuras, ayudándoles a reducir el consumo excesivo, las fugas y el desgaste mecánico innecesario. Al ser una VRP de polímero, NeoFlow ofrece numerosas ventajas frente a las válvulas de metal tradicionales, como una larga vida útil, estable y sin corrosión, y bajas necesidades de mantenimiento.
«NeoFlow ofrece a las compañías de agua fácil acceso a la gestión de presión equilibrada y accionamiento automático, que permite obtener una red de distribución más sostenible», afirma Olivier Narbey, director de desarrollo de negocio para redes de agua en GF Piping Systems. «Diseñada usando solamente tres componentes principales (sin vástago actuador ni diafragma) y una sola pieza móvil, la VRP de polímero NeoFlow reduce significativamente los costes de mantenimiento, aumenta la fiabilidad y hace la vida más fácil para los operadores e instaladores de redes de agua». Además, GF Piping Systems puede diseñar y premontar un kit de instalación que permite ahorrar hasta el 40 % de los costes de instalación al actualizar una planta existente o crear una nueva cámara de VRP.
El diseño axial de NeoFlow proporciona un caudal más preciso y estable (hasta cero), incluso con un reducido diferencial de funcionamiento. La VRP NeoFlow ha sido utilizada con éxito por IRETI, permitiendo controlar la presión con una apertura de la válvula del 1 % al 100 %, lo que ofrece una elevada precisión y estabilidad, según el director de pérdidas de agua de IRETI. Una reducción de la presión del 25 % en las redes disminuye la frecuencia de reventones de tuberías hasta un 75 %. Además, la mayor precisión de caudal permite gestionar la presión en sistemas de baja presión.
