Prevención y detección de la enfermedad del legionario

Ocho personas han muerto y al menos 92 han enfermado por el reciente brote de la enfermedad del legionario en la ciudad de Nueva York, provocando alarma en todo el país por mucha gente que busca descubrir si también pueden estar en riesgo de legionelosis. Sin embargo, esta enfermedad se puede detectar e incluso impedir, de acuerdo a Pure Air Control Services, una empresa dedicada al manejo de la calidad ambiental interior con sede en Clearwater.

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Causada por la bacteria Legionella pneumophila, la enfermedad del legionario es una grave, a menudo mortal, forma de neumonía que se puede encontrar en los sistemas de agua filtrada y sin filtrar cuando las condiciones son favorables para el desarrollo de la bacteria. Estos incluyen los sistemas HVAC, torres de refrigeración, jacuzzis, piscinas, fuentes de agua y humidificadores entre 68 ° F y 145 ° F con un nivel de pH entre 2.7 y 8.3.

«La bacteria de la Legionela se encuentran de forma natural en el ambiente y esta a menudo presente sin que nadie contraiga la enfermedad», comenta Francisco Aguirre, Director de Diagnóstico de Pure Air Control. «Sin embargo, cuando los individuos susceptibles son expuestos a la bacteria, esta puede crear serios riesgos de salud.»

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en los Estados Unidos de Norteamérica), hay entre 8,000 y 18,000 casos de la enfermedad en los EE.UU. cada año, y más del 10 por ciento de los casos son fatales. Las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad, al igual que aquellos que reciben quimioterapia o trasplante de médula ósea. Algunos desarrollan efectos en la salud a largo plazo, tales como fatiga, síntomas neurológicos y síntomas neuromusculares meses después de contraer la enfermedad.

«La prevención de la enfermedad del legionario es el objetivo de la tan esperada norma Legionela desarrollada por la ASHRAE», comento Rajiv Sahay, Director de Servicios de Laboratorio de Pure Air Control Services. «Esta es una norma importante para los propietarios de edificios, ya que siguiendo estas pautas se ayudará a prevenir un brote potencialmente mortal de la enfermedad del legionario».

La clave para prevenir el crecimiento de Legionela en la construcción es la supervisión periódica, reparación y mantenimiento de todos los sistemas de agua. Además, los propietarios de edificios deben comprobar con regularidad las fuentes de agua para la bacteria de la Legionela utilizando kits de prueba. Esto debe hacerse anualmente o semi-anualmente, dependiendo del tamaño del edificio y el número de fuentes de agua.

«Recomendamos altamente pruebas regulares de sus puntos más críticos en los sistemas acuáticos, como fuentes de agua potable, grifos, duchas y la entrada de agua potable en el edificio proveniente de la red de agua de la ciudad», comento el Dr. Sahay. «Si el edificio se mantiene y hay un horario de supervisión regular, este problema se puede prevenir o evitar.»