CÓMO EVITAR QUE EL VERANO Y LA CANÍCULA REDUZCAN EL DESEMPEÑO ENERGÉTICO DE LOS EDIFICIOS

Después de más de un año entre confinamientos totales y parciales, se ha comenzado con una dinámica cada vez más fuerte de regreso a oficinas y escuelas; a medida que los ocupantes regresan tentativamente a sus lugares de trabajo y estudio, los propietarios y responsables de la operación de edificios se enfrentan al desafío de optimizar su rendimiento operativo, garantizar el confort ante la presencia de altas temperaturas, pero sobre todo, minimizar el riesgo a contagios y dar tranquilidad a ocupantes y visitantes.

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Y en estos meses de verano, más allá de la necesidad de aumentar el uso de la energía para enfriar edificios, hay una serie de factores que pueden ejercer una mayor presión sobre los sistemas de su edificio, como el incremento en el uso de agua para riego, humedad extrema, partículas añadidas en el aire. Comprender cómo las temperaturas extremas del verano afectan el desempeño energético de los edificios, ayudará a tener un mejor desempeño de los equipos, administrar el consumo de energía y por qué no, reducir las facturas de los recibos de luz.

Pues a pesar de que México se encuentra en temporada de huracanes, en estos días arrancó la Canícula 2021 que, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (SMN), trae los 40 días más calurosos del año que concluirán el 20 de agosto.

La mayoría de los edificios de uso comercial están diseñados utilizando datos climáticos por zona específica, lo que ayuda a conocer las temperaturas extremas esperadas durante el verano hasta en un 95%. Como resultado, en los días más calurosos del verano es posible que la situación ambiental exceda la capacidad de enfriamiento actual de los equipos y sistemas del edificio.

Debido a que los factores ambientales han cambiado mucho los últimos años, hay más días con temperaturas extremas y en algunos edificios sus sistemas de aire acondicionado no pueden abastecer la demanda requerida. Esto es un desafío para edificios con más de 30 años, ya que cumplir con los estándares con temperaturas extremas es difícil y solo lo pueden lograr el 90 % del tiempo. De acuerdo con Trane, el fabricante sistemas de aire acondicionado y automatización, hoy en día es esencial integrar tecnologías que logren satisfacer la capacidad de enfriamiento en cualquier estación del año y bajo una perspectiva de bienestar centrada en el ser humano y con una clara atención en la eficiencia energética.

Los propietarios y operadores de edificios deben aplicar las medidas necesarias para garantizar una óptima operación y una buena calidad del aire interior en edificios a sus ocupantes ante las altas temperaturas que están por suceder. Durante el verano de 2020 se registró un importante incremento de temperatura en zonas con canícula intensa, y este año no es la excepción; se prevee que estados como Campeche, Coahuila, Chiapas, Nuevo León, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán se vean afectados duramente.

Trane sugiere dos puntos clave que pueden ayudar a minimizar el impacto que el verano tiene en edificios, incluso en los días más calurosos:

1. Garantizar un desempeño energético óptimo en verano

A menudo se requiere que los equipos de aire acondicionado funcionen al máximo durante el verano y esto puede llevar a descubrir deficiencias en los edificios que están ocultas en otras épocas del año, por eso el mantenimiento regular es muy importante para que el equipo esté preparado para funcionar al máximo en época de verano. Un mantenimiento proactivo puede reducir las fallas inesperadas entre un 70% y un 75% y reducir el tiempo de inactividad hasta un 40%.(1)

La revisión continua de los equipos y sistemas de aire acondicionado es otra forma de mantener el desempeño óptimo de su edificio. Un edificio más eficiente puede proporcionar un mayor confort a los ocupantes, lo que resulta en una mayor productividad de los empleados, así como una mejor experiencia del cliente. La insatisfacción en el confort de los ocupantes puede ser especialmente crítica en el verano, ya que los edificios sin sistemas y controles óptimos pueden presentar complicaciones para mantener los niveles de temperatura y humedad requeridos. Esto hace que la productividad del personal sea una preocupación importante para la mayoría de las organizaciones. Las acciones que tienen incluso un pequeño impacto en la productividad de los empleados pueden marcar una diferencia significativa en el resultado final.

2. Reducir la carga térmica

Hay muchas formas en las que puede reducir la carga interna de su edificio para ahorrar energía, como desconectar el equipo cuando no está en uso, agregar protecciones solares en ventanas y cambiar a una iluminación más eficiente energéticamente hablando o incluso, reducir la cantidad de iluminación utilizada en el verano.

También hay opciones funcionales que ayudan a reducir la carga térmica de su edificio y mejorar la eficiencia. Un sistema de automatización de edificios (BAS) puede ser especialmente beneficioso porque los datos del sistema y del equipo BAS muestran cómo están funcionando y las tendencias de uso del edificio. Hoy en día hay soluciones de manejo de energía que proporcionan datos e información de edificios que se pueden utilizar para operar los sistemas de forma más eficiente para reducir la carga térmica en edificios.

El uso de datos puede proporcionar una mejor comprensión de cuándo y cómo está operando un edificio; qué partes del edificio están en operación continua y están al máximo, o si los sistemas en ciertas áreas no están funcionando; esto puede indicar un problema que quizá impida lograr una eficiencia óptima. Las tecnologías actuales pueden ayudar a determinar qué significan los datos y convertirlos en información significativa que se puede utilizar para realizar mejoras y mejorar el desempeño energético del edificio.

Las condiciones extremas durante la canícula y el verano pueden plantear desafíos únicos. El uso de datos para anticipar posibles problemas o problemas de equipos basados en tendencias o anomalías permitirá tomar medidas correctivas antes; hoy en día se puede optimizar el rendimiento de edificios para lograr el confort de ocupantes al tiempo que se ahorrar en costos de energía, se mitigan riesgos de salud y se promueve una cultura corporativa sustentable.

[1] Federal Energy Management Program, U. S. Department of Energy, Operations & Maintenance Best Practices: A Guide to Achieving Operational Efficiency (August 2010).

Con información e imagenes de: Trane