DESCARBONIZACIÓN, EFICIENCIA DE COSTOS Y CONTINUIDAD OPERACIONAL ENTRE LAS PRINCIPALES TENDENCIAS MINERAS

La industria minera está experimentando una transformación energética sin precedentes, con un enfoque renovado en la descarbonización, la eficiencia de costos y la garantía de continuidad operacional en todas las etapas de ejecución. Estas tendencias, impulsadas por la necesidad de abordar el cambio climático y considerar los efectos geopolíticos, están marcando un nuevo estándar para la gestión energética en el sector.

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De acuerdo con Carlos Grez, Director del Sector de Minería para América Latina de la empresa Aggreko, estas tendencias forman parte de una transición global que el mercado energético está experimentando hacia el uso de energías renovables.

“Uno de los grandes desafíos es dar un suministro de energía que cumpla con los tres factores de gran impacto en el sector minero: la sostenibilidad, la seguridad energética y la competitividad económica de suministro. Utilizar los mejores recursos y la mejor tecnología para lograr este balance es el principal reto que afronta el mercado de la energía en México. Por lo tanto, una solución energética flexible, escalable y adecuada a las necesidades de cada proyecto es clave”, aseguró Grez.

Con estas nuevas tendencias en gestión energética, la industria minera está preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI mientras avanza hacia un futuro más sostenible y resiliente.

La Cámara Minera de México (Camimex) estima que sus empresas afiliadas alcancen los 11 mil millones de dólares durante 2024 y 2025 si se eleva la competitividad en el sector, lo que además generaría más empleos y más aportaciones fiscales al Estado.

En ese sentido, estas son las 3 principales tendencias de gestión energética para la minería actualmente:

1. La descarbonización de la matriz energética

Esto se ha convertido en una prioridad para las empresas mineras a nivel mundial. Con un énfasis en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las compañías están adoptando fuentes de energía más limpias y sostenibles, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica. Esta transición no solo contribuye a la lucha contra el cambio climático, sino que también ofrece beneficios económicos a largo plazo al reducir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar los riesgos asociados con la volatilidad de los precios del petróleo y el gas.

2. La eficiencia de costos

Otro aspecto crucial en la gestión energética de la minería es la eficiencia de costos. Con un enfoque en la optimización de procesos y el uso eficiente de recursos, las empresas están implementando tecnologías innovadoras para maximizar la eficiencia energética, reducir los costos operativos y minimizar la capacidad instalada inutilizada.

3. Continuidad operacional en todas las etapas de las faenas mineras

Garantizar esta continuidad es fundamental para mantener la productividad y la rentabilidad. Con la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos y los desafíos geopolíticos, las empresas están invirtiendo en infraestructura resiliente y sistemas de respaldo para mitigar los riesgos de interrupciones en el suministro de energía. Desde la exploración y extracción hasta el procesamiento y transporte, se están implementando medidas de contingencia para garantizar la operatividad continua de las operaciones mineras, sobre todo en minerales críticos que apoyan la transición energética.

«De manera puntual, el cambio climático y efectos geopolíticos han debido ser tomados en consideración crecientemente en los últimos años debido a la calidad remota a la cual generalmente están sujetas las minas. Los minerales metálicos y no-metálicos son elementos clave en la transición energética que líderes mundiales han establecido como objetivo”, afirmó Carlos Grez.

«La energía es una de las variables claves para mantener la continuidad operacional de una mina, ya sea en fase de exploración, construcción, operación o cierre. La naturaleza remota y aislada de las operaciones mineras demandan un suministro confiable y sostenible de energía ya sea de manera permanente en modo isla, como complemento al suministro de energía del sistema integrado o como respaldo crítico. Los objetivos de descarbonización que se han fijado los principales actores del sector llevan, por ejemplo, a la sustitución de vehículos de transporte de minería de combustibles fósiles a electromotriz», añadió.

Una solución energética móvil puede ahorrar los costos de producción
Aggreko resalta que uno de los motivos más fuertes por los que la industria minera está migrando a fuentes de energía más ecológicas y sostenibles es el ahorro que puede significar la utilización de estas soluciones.

«Por ejemplo, muchos costos de producción dependen del tipo de combustible consumido, estado de flota, operación y mantenimiento. Entonces, migrar a flotas de generación energética más eficientes y modernas, menos contaminantes, aprovechando el ciclo de calor mediante CHP con monitoreo remoto para optimización de carga y mediante una operación y mantenimiento eficaz, puede afectar positivamente los costos de producción», indicó Grez.

Otro ejemplo radica en la conexión eléctrica de las unidades mineras. Estas conexiones representan entre el 5 y 10% del costo total de la producción y una migración a energía móvil y sostenible puede llevar a un ahorro de entre 30 y 50%.

Otros de los beneficios que las empresas mineras han encontrado en la aplicación de la transición energética es la mejora de operatividad a través de equipos generadores de alta eficiencia térmica, la rapidez en la atención de emergencias energéticas por el uso de mejores flotas y el incremento de seguridad en las operaciones.