EN EL MARCO DEL DÍA MUNDIAL DEL AGUA, UNESCO Y ONU ADVIERTEN DEL RIESGO INMINENTE DE UNA CRISIS MUNDIAL DEL AGUA


Ilustración: D. Bonazzi

Entre dos y tres mil millones de personas en todo el mundo experimentan escasez de agua. Estas carencias se agudizarán en las próximas décadas, especialmente en las ciudades, si no se impulsa la cooperación internacional en este ámbito, advierten la UNESCO y ONU-Agua en la última edición del Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo de la ONU.

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Año con año, desde 1993, el Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo creando conciencia e inspirando acciones para abordar la crisis mundial del agua y el saneamiento, ya que a nivel mundial, 2,000 millones de personas (26% de la población) no tienen agua potable segura y 3,600 millones (46%) carecen de acceso a saneamiento gestionado de forma segura, según el informe, publicado por la UNESCO en nombre de ONU-Agua y publicado hoy en la Conferencia del Agua de la ONU 2023 en la ciudad de Nueva York.

Entre 2,000 y 3,000 millones de personas experimentan escasez de agua durante al menos un mes al año, lo que plantea graves riesgos para los medios de subsistencia, en particular a través de la seguridad alimentaria y el acceso a la electricidad. Se prevé que la población urbana mundial que se enfrenta a la escasez de agua se duplique de 930 millones en 2016 a entre 1,700 y 2,400 millones de personas en 2050. La creciente incidencia de sequías extremas y prolongadas también está estresando los ecosistemas, con consecuencias nefastas para las especies de plantas y animales.

Cooperación internacional: la clave para el acceso al agua para todos

Casi todas las intervenciones relacionadas con el agua implican algún tipo de cooperación. Los cultivos en crecimiento requieren sistemas de riego compartidos entre los agricultores. Proporcionar agua segura y asequible a las ciudades y las zonas rurales solo es posible mediante una gestión comunitaria de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento. Y la cooperación entre estas comunidades urbanas y rurales es esencial para mantener tanto la seguridad alimentaria como los ingresos de los agricultores.

La gestión de ríos y acuíferos que cruzan fronteras internacionales hace que las cosas sean aún más complejas. Si bien se ha demostrado que la cooperación sobre cuencas y acuíferos transfronterizos brinda muchos beneficios más allá de la seguridad hídrica, incluida la apertura de canales diplomáticos adicionales, solo 6 de los 468 acuíferos compartidos internacionalmente en el mundo están sujetos a un acuerdo de cooperación formal.


Ilustración: 123RF

En este Día Mundial del Agua, Naciones Unidas llama a impulsar la cooperación internacional sobre cómo se usa y gestiona el agua. Esta es la única forma de prevenir una crisis mundial del agua en las próximas décadas.

Las alianzas y la participación popular aumentan los beneficios

Los servicios ambientales, como el control de la contaminación y la biodiversidad, se encuentran entre los beneficios compartidos que se destacan con mayor frecuencia en el informe, junto con el intercambio de datos/información y las oportunidades de cofinanciamiento. Por ejemplo, los “fondos de agua” son esquemas de financiación que reúnen a usuarios río abajo, como ciudades, empresas y servicios públicos, para invertir colectivamente en la protección del hábitat río arriba y la gestión de tierras agrícolas para mejorar la calidad y/o cantidad general del agua.

El Fondo de Agua de Monterrey de México, lanzado en 2013, ha mantenido la calidad del agua, reducido las inundaciones, mejorado la infiltración y rehabilitado los hábitats naturales a través del cofinanciamiento. El éxito de enfoques similares en el África subsahariana, incluida la cuenca del río Tana-Nairobi, que suministra el 95 % del agua dulce de Nairobi y el 50 % de la electricidad de Kenia, ilustra el potencial global de tales asociaciones.

La participación inclusiva de las partes interesadas también promueve la aceptación y la apropiación. Involucrar a los usuarios finales en la planificación e implementación de los sistemas de agua crea servicios que se adaptan mejor a las necesidades y recursos de las comunidades pobres y aumenta la aceptación y propiedad del público. También fomenta la rendición de cuentas y la transparencia. En los campamentos de desplazados en la región de Gedo en Somalia, los residentes eligen comités de agua que operan y mantienen los puntos de agua que abastecen a decenas de miles de personas. Los miembros del comité se asocian con las autoridades locales del agua de las comunidades anfitrionas para compartir y administrar los recursos hídricos.

Con información de: UNESCO