En 1997, Fernando Fischmann decidió crear un proyecto inmobiliario turístico, San Alfonso del Mar, ubicado en Algarrobo, un pequeño pueblo a orillas del mar en la zona central de Chile. A pesar de que el lugar presentaba vista al mar, paisajes inigualables y estaba cerca de Santiago, la costa local no era atractiva debido a sus frías y peligrosas aguas; de hecho, el baño estaba prohibido en esa zona.
Para solucionar este problema, Fischmann soñó con crear una gran laguna de aguas cristalinas que entregára a sus visitantes la posibilidad de bañarse y practicar deportes acuáticos en un entorno seguro, limpio y con aguas templadas. Dado que en Chile no existían tratamientos adecuados para mantener esta enorme masa de agua, recorrió el mundo en busca de la tecnología para convertir su sueño en realidad. Para sorpresa suya, la tecnología no existía en ningún rincón del planeta.
Fischmann, bioquímico de profesión, realizó investigaciones por muchos años hasta que finalmente logró desarrollar la tecnología Crystal Lagoons que permite construir y mantener lagunas de tamaños ili-mitados en cualquier lugar del mundo y a muy bajos costos.
San Alfonso del Mar fue el primer proyecto desarrollado en el mundo que incluyó esta tecnología innovadora, posicionándose rápidamente como el desarrollo de segunda vivienda más exitoso del Cono Sur, superando a la competencia y vendiendo a precios muy superiores y con velocidades de venta sin precedentes.
El concepto y tecnología salieron al mundo cuan-do la laguna de 8 hectáreas y 1 kilómetro de largo de aguas completamente cristalinas, fue galardonada en el año 2007, con el Guinness World Record como la piscina más grande del mundo.
La tecnología fue patentada mundialmente (en 160 países) y en 2007 Fischmann fundó la empresa Crystal Lagoons Corporation con el objetivo de co-mercializar este innovador concepto y tecnología en distintos desarrollos inmobiliarios y aplicaciones industriales globalmente. Hoy la empresa ha crecido en forma exponencial, actualmente participando en más de 200 proyectos en 50 países alrededor del mundo.
En San Alfonso del Mar se encuentra la laguna cristalina más grande del mundo ubicada en un complejo de apartamentos turísticos de la costa chilena a una hora en coche al sur de Valparaíso, esta laguna artificial tiene más de mil metros de largo y tres metros de profundidad; contiene 250 millones de litros de agua salada que es extraída directamente del mar, y cubre una superficie de alrededor de ocho hectáreas, el equivalente de 6,000 pis-cinas familiares de ocho metros. La claridad y el color de sus aguas, típica de los mares tropicales, se consigue mediante un sistema de oxígeno a presión que permite purificar grandes masas de agua con un mínimo de productos químicos. En este como en otros importantes desarrollos aplica su innovador concepto y tecnología, que posibi-lita la construcción y mantención de cuerpos de agua de tamaños ilimitados en estado cristalino y a bajo costo. En esta tecnología la compañía además ha desarrollado revolucionarias soluciones para el enfriamiento susten-table de plantas termoeléctricas e industriales, y para la desalinización y purificación de agua a bajo costo.
Patentada en 160 países, las aplicaciones de la tecnología Crystal Lagoons varían ampliamente desde sus actividades recreacionales, que llevan vida idílica de playa a cualquier rincón del mundo, a variaciones industriales en refrigeración de circuito cerrado, desalinización de agua y aplicaciones para el sector minero.
Las bombas de calor constituyen un sistema eficiente de aire acondicionado y calefacción. Este sistema requiere un medio de temperatura estable para realizar la transferencia de calor. Generalmente esto se logra a través serpentines enterrados en el suelo, los que presentan un alto costo de instalación y operación; o bien, a través de cuerpos agua que normalmente se deterioran (algas, materia orgánica, etc.), lo que impide el correcto funcionamiento de estos equipos.
Crystal Lagoons ha desarrollado una tecnología que permite mantener grandes cuerpos de agua en estado cristalino a muy bajos costos. En esta tecnología los sistemas de bombas de calor pueden utilizar el agua de alta calidad directamente desde la laguna cristalina, la que puede ser utilizada como un medio estable de trasferencia de calor, permitiendo así un ahorro de energía de hasta 50% en calefacción y aire acondicionado con respecto a los sistemas utilizados actualmente, ya sean eléctricos o a través de calderas.
Crystal Lagoons es la única firma en el mundo capaz de ofrecer esta innovadora tecnología, que posibilita el desarrollo económicamente viable de gigantes lagunas cristalinas aptas para el baño y la realización de deportes náuticos. Estos inmensos cuerpos de agua son un amenity imprescindible para proyectos inmobiliarios y turísticos de todo el mundo, agregando valor diferenciador y generando una revolución en la industria inmobiliaria mundial.
La multinacional, en su constante preocupación por el cuidado del medioambiente, desarrolló una tecnología ecológica y sustentable siendo galardonada por la Unesco como “Green Technology”. Estas gigantescas lagunas cristalinas sólo necesitan agua para compensar la evaporación, generando un consumo de agua de aproximadamente la mitad que un parque y hasta diez veces menos que un campo de golf. Adicionalmente, emplea hasta 100 veces menos químicos que los sistemas tradicionales de desinfección de piscinas y agua potable, y sólo un 2% de la energía que requieren las tecnologías convencionales de filtrado.
Crystal Lagoons ha sido mundialmente reconocida por San Alfonso del Mar con su laguna cristalina, certificada por Guinness Records como la más grande del mundo, y por el megaproyecto Citystars Sharm el Sheikh en Egipto, que contempla la construcción de diez lagunas cristalinas que totalizarán 100 hectáreas de agua cristalina, convirtiéndose en un oasis en medio del desierto.