A medida que comenzamos la transición a un mundo post pandemia y las personas se reintegran a la nueva normalidad, es cada vez más importante la conexión entre edificios y salud, productividad y bienestar; por lo que el concepto de ambiente interior, compuesto por elementos interconectados que interactuan e influencian nuestro bienestar físico y emocional, cobra una mayor relevancia.
En México datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) revelan que el home office creció 68% el año pasado, y al menos 6 de cada 10 empresas planean mantener el esquema después de la pandemia, según un estudio de KPMG. Asimismo, los cierres temporales a causa del COVID han creado desafíos y vulnerabilidades, pero por otro lado, también han presentado la oportunidad de pensar en la creación de bienestar interior desde una nueva perspectiva.
Previo a la pandemia, en el país solo el 34% trabajaba de manera remota de tiempo completo, mientras que durante el confinamiento la cifra se duplicó a 68%, de acuerdo con un estudio encabezado por la IAE Business School.
Pasar más tiempo en interiores requiere de calidad ambiental interior, pues esto impacta nuestro bienestar diario y a largo plazo. La calidad del aire, el confort térmico, la iluminación y la acústica son aspectos importantes en un inmueble para lograr mayor productividad, concentración, influir en el humor de las personas, inclusive, impacta en la mejora de la experiencia de clientes y colaboradores. Hoy, de acuerdo con la empresa Trane, abordar los riesgos para la salud, por la falta de una calidad del ambiente interior, es una prioridad máxima.
Fuera de la vista, pero en la mente de todos
Comprender cómo abordar mejor los problemas de la calidad del ambiente interior ha sido una gran fuente de confusión para los propietarios y operadores de edificios. Una de las razones es que la naturaleza invisible de los riesgos hace que sea difícil saber por dónde empezar. Después de todo, ¿cómo se analiza y mitiga lo que no puede ver?
Actualmente vivimos en ciudades a la vanguardia de la urbanización, pero también en sitios sobrepoblados y con grandes cantidades de residuos tóxicos en el ambiente, que han afectado la salud e incrementando las enfermedades respiratorias en años recientes.
En México tan sólo la calidad del aire en zonas de estados como la Ciudad de México, Estado de México, Puebla o Morelos, no cumplen con las normas de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came); situación que altera de manera importante la respuesta del sistema inmunológico de las personas, entre otros riesgos.
Si un edificio registra más del 20% de los usuarios con síntomas como fatiga, dificultad de concentración, letargia, molestias en ojos, nariz y garganta, ruido excesivo o quejas de malos olores, se dice que se tiene un “Edificio Enfermo”.
Por lo que, en este nuevo mundo, se requiere que los inmuebles en los que se pasa gran parte del tiempo, se vele por la salud y bienestar de quienes ahí se encuentran; por lo que cuando se trata de la calidad del ambiente interior, se requiere la capacidad de ver lo invisible.
Expectativas cambiantes, mejora de la tecnología
La buena noticia es que la tecnología continúa evolucionado, por lo tanto, se tiene hoy la capacidad de monitorear diferentes aspectos de la calidad del ambiente interior. Ahora, las nuevas soluciones permiten una mayor visibilidad de diversos factores que componen la calidad ambiental interior: calidad del aire, temperatura, iluminación y acústica como aspectos integrales.
“Para Trane es esencial que dueños y operadores de inmuebles cuenten con un enfoque integral para optimizar la calidad de aire interior para equilibrar las necesidades de bienestar de ocupantes de espacios residenciales, comerciales e industriales, permitiendo tener espacios interiores más saludables”,
comenta Carlos García, director general de Trane en México
Los cinco elementos para una calidad del ambiente interior ideal
- La calidad del aire interior que respiramos afecta nuestro bienestar. Los contaminantes interiores pueden ser invisibles para nuestros sentidos, pero dañinos para nuestra salud y productividad.
- Existe una visión renovada por la calidad de aire interior y los beneficios que esta puede aportar; la gente se está dando cuenta de que esto se ha convertido en un elemento de importancia permanente, fundamental para la salud y la sustentabilidad a largo plazo de un edificio.
- El manejo integral de la temperatura y la humedad es clave para mantener comodidad térmica. Los edificios avanzados de hoy en día hacen posible administrar cuidadosamente la comodidad térmica para la satisfacción individual en donde se requiere, mientras se mantiene la eficiencia económica del edificio.
- Los sistemas de iluminación más inteligentes de la actualidad tienen un potencial significativo para mejorar la seguridad, la comodidad y la productividad. Al utilizar la tecnología de controles e iluminación LED, se puede imitar la luz solar natural en interiores variando la temperatura del color de la luz, la distribución de energía espectral y la intensidad a lo largo del día, haciendo que estas estrategias de iluminación logren que empleados se sientan mejor, más felices y productivos.
- El sistema de aire acondicionado es una parte manejable y esencial en la acústica de un inmueble, por lo que hoy es posible determinar cuánto sonido de estos equipos viajará a los espacios ocupados. Se puede agregar información precisa sobre la acústica de los equipos de aire acondicionado a las decisiones arquitectónicas y materiales de construcción que reduzcan el sonido y respalden un enfoque holístico del diseño acústico.
La importancia de la calidad ambiental interior es cada vez mayor, por lo que se comienza a ver en los centros urbanos mixtos que combinan vivienda, oficinas, comercios, restaurantes; ya son la tendencia en las ciudades más grandes del país. Y en el contexto de la ‘Nueva Normalidad’, estos inmuebles tomarán aún más fuerza. La Ciudad de México es el estado de México más atractivo para invertir en este tipo de complejos, con 70% de preferencia; seguida de Querétaro, con 55%; Nuevo León, con 41%; Jalisco, con 39% y Quintana Roo con 34%.1
Se ha vuelto más común ver grandes desarrollos que cumplen con los parámetros de la calidad ambiental interior y más en donde se tiene una limitada extensión de tierra para edificar nuevos desarrollos, por lo que se debe aprovechar de la mejor manera el espacio disponible, pero con un enfoque de atención en la calidad del ambiente interior.
1 Plataforma M2CROWD
Con Información e imagenes de: Trane