Transcurria la tarde del 22 de mayo del año 1922, ese día Willis Haviland Carrier invitó a 300 personas a un taller de chapa en Newark, Nueva Jersey, para una comida gratis y un combate de boxeo seguido de la presentación de la primera tecnología de enfriadores centrífugos.
Hoy, Carrier celebra el centenario de la invención de la máquina enfriadora centrífuga que, en muchos sentidos, hizo posible el mundo moderno. Carrier es parte de Carrier Global Corporation (NYSE: CARR).
Al respecto Gaurang Pandya, presidente de la división HVAC comercial de Carrier, comentó: “La revolucionaria invención de Carrier abrió la puerta al aire acondicionado de confort a gran escala y al mismo tiempo mejoró la eficacia del enfriamiento del proceso, cada día nos basamos en ese legado, innovamos con el propósito de crear lo que sigue, adelantarnos a los requisitos cambiantes, liberar el poder de la tecnología digital, operar de manera más inteligente con IoT y ayudar a los clientes a implementar soluciones HVAC comerciales alineadas estrechamente con sus objetivos comerciales”.
La concepción de Carrier de combinar un compresor de refrigeración centrífugo con una carcasa, un nuevo tipo de condensador y un enfriador en un solo marco mejoró el enfriamiento del proceso en las fábricas de todo el mundo. Luego de la primera instalación de tres enfriadores centrífugos en una fábrica de chocolate de Filadelfia en el año 1923, la innovación de Carrier pronto proporcionó enfriamiento de proceso a los fabricantes de rayón en la India y a las fábricas de galletas saladas en México.
En 1924, Carrier hizo realidad su sueño de refrigeración de confort cuando los propietarios de una tienda departamental de Detroit agregaron enfriadores centrífugos. La tecnología centrífuga suministró aire de confort al público de manera confiable y económica en teatros, tiendas, restaurantes, instalaciones deportivas, barcos, hospitales y edificios de oficinas.
Una década más tarde, la refrigeración centrífuga había llevado el aire de proceso a más de 200 industrias. La producción de alimentos y bebidas se volvió más segura, los hospitales eran más cómodos e higiénicos y se hicieron posibles nuevos medicamentos que salvan vidas, como la penicilina.
Al proporcionar temperatura y humedad precisas, la tecnología de enfriadores centrífugos ha respaldado la infraestructura de la era digital moderna, incluida la electrónica de todo tipo, chips semiconductores, centros de datos y robótica. Estos nuevos inventos y nuevas tecnologías no podrían haber existido sin él.
Si bien la física fundamental de la tecnología centrífuga no ha cambiado en un siglo, los ingenieros de Carrier nunca han dejado de impulsar nuevos avances en la tecnología de enfriadores centrífugos.